martes, 8 de marzo de 2016

Episodios


La gran mayoría de la gente, bien educada y algo instruida, deplora profundamente todo lo que signifique GUERRA; y habiendo transcurrido ya más de medio siglo de la terminación de la última conflagración mundial, sólo queda en el recuerdo las situaciones más generales de esos conflictos armados: como ser la movilización de las tropas, el uso de piezas de artillería cada vez mas sofisticadas y cuadrillas de aviones cada vez más numerosas. Pero no se recuerdan determinados episodios de los conflictos, ni la repercusión que los mismos tuvieron detrás de la línea de fuego.

Uno de ellos es el ocurrido el 24 de Marzo de 1944.
El día anterior, un grupo de partisanos (patriotas) italianos, al paso de una brigada nazi de las tropas de ocupación, hicieron estallar un carro cargado disimuladamente con poderosos explosivos. El estallido ocasionó la muerte instantánea de 28 de los soldados que circulaban por la Via Rasella de la ciudad de Roma.
Enterado de inmediato, el führer ordenó que se cobrara la vida de 10 italianos por la de cada soldado alemán perecido en ese atentado: a tal efecto comisionó al capitán Priebke para ejecutar esa sentencia. Y el día 24 de Marzo de 1944 (fecha que también los Argentinos recordamos como luctuosa) ejecutó las órdenes de Hitler; detuvo a más de 300 italianos y los fusiló a todos en la entrada de una mina abandonada que se conocían como las “Fosas Adreatinas”. Éste fue uno de los actos del enfurecido salvajismo que inspiraban a los oficiales nazis.

En la guerra civil española, donde se enfrentaron los españoles republicanos con la reacción militar monárquica (aunque eran dos bandos del mismo país, tuvo las características esenciales de una guerra). El general Francisco Franco, al mando de estos últimos insurgentes, pidió la colaboración de Hitler para dar un castigo ejemplar a los pobladores de una pequeña ciudad cercana al golfo de Vizcaya, por considerarlos encubridores de los republicanos que resistían los embates de su ejército.
Hitler y Mussolini despacharon rápidamente dos cuadrillas de bombarderos que volaron hacia aquel lugar y dejaron caer su carga mortífera, arrasando toda edificación existente y matando a cuantos pobladores pudieron. Prácticamente el pueblo de Guernica quedó borrado del mapa el 26 de Abril de 1937.

Esta tragedia quedó graficada  en un mural  pintado por Pablo Picasso, que da cuenta  de la tragedia y del dolor que a todos embarga cuando recuerdan  aquella triste circunstancia

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